– Los hombres han olvidado esta verdad – dijo el zorro. – Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa…
– Soy responsable de mi rosa… – repitió el principito a fin de recordarlo.
La madrugada del 19 de abril, en medio de todas tus complicaciones, te acordaste de mí y me enviaste un mensaje escondido en el emoji de un tulipán.
No vi el mensaje sino hasta la mañana siguiente. Lo miraba extrañado. ¿Por qué así, de repente, me volvías a escribir? Habíamos pasado doce años, escribiendo unos cuantos días para luego retomar la conversación después de varias meses, con largas pausas intermedias.
Aún con todo este historial, respondía una vez más sin saber que 8 meses después estaríamos juntos y que yo estaría escribiendo estas líneas a modo de reflexión, documentando en algo nuestra historia.
Tu inspiras todo esto. Tu amor me lleva a querer guardar todo, capturar todo, archivarlo, atesorarlo, porque sé que esto que tenemos no pasa dos veces en una misma vida.
Hoy se acaba este 2021, un año que recordaremos como nuestro. Donde empezó todo nuevamente y me recordaste quién soy. Donde me enseñaste que todos los momentos importan porque somos efímeros.
Aunque no sabemos hasta cuándo, creo que no hay mejor momento para decir nuevamente: hagamos que dure.
