La música me ayuda a recordar casi todo. Pensamientos, sensaciones, momentos completos. Es por eso que recuerdo el momento exacto en que sentí que lo nuestro era más que una amistad y que podía llegar a ser lo que es ahora: un amor sincero, intenso, bonito.
– Escúchala, me escribiste después de compartir un enlace con la canción, con una parte de la letra.
Tengo todo grabado en la memoria: era una mañana atareada, me preparaba para un evento que se realizaría el fin de semana. Caminaba de mi oficina al estudio a cada rato, supervisando los videos y revisando el programa. Llegaron tus mensajes. Había que escuchar. No tenía audífonos cerca. Lo único que sabía de Jorge Drexler era que había ganado un Oscar.
Busqué una esquina, me acerqué el celular al oído y escuché. Esos primeros acordes de guitarra me suenan en la mente hasta ahora, cada vez que quiero acordarme de esos primeros días contigo. A la distancia, pero contigo escribiendo todo el día por Whatsapp.
Que el corazón no miente y, afortunadamente, me haces bien.
Pensé “¿De verdad, le hago bien? Ella también me hace bien”.
Agregué la canción a una de mis listas de Spotify. La escuché en modo loop en muchas tardes de regreso a casa. Spotify lo sabe y, de cuando en cuando, me sorprende reproduciéndola.
La música de Drexler fue la banda sonora de la visita al mirador. Antes y después del primer beso, de las copas de vino, del frío de la tarde que se convirtió en noche.
Antes de mí tú no eras tú
Antes de ti yo no era yo
Antes de ser nosotros dos
No había ninguno de los dos
Pudimos casarnos ese día.
Aparecieron las estrellas y fue la primera vez que te dije “no me quiero ir”.
La música me ayuda a recordar. Si me abstraigo un poco, veo a la pareja que llegó después e hizo lo mismo que estábamos haciendo: las copas, las fotos, los besos. Veo a los niños brincando por todas partes. Recuerdo tu comentario sobre el césped que ya no estaba. Veo las motos que nos bloqueaban el paisaje. Siento tus piernas sobre las mías y el sabor del vino cuando venía de tu boca.
La música permanece, el amor también.
Gracias por la música, gracias por tu amor inmenso.
